Morena considera que Miguel Ángel Alba Díaz, obispo de La Paz, cometió un exceso de poder frente a su feligresía al decidir despojarse de su sotana y convertir al púlpito del templo católico en un cuadrilátero de box al tomar partido y llamar “fanáticos” a las y los ciudadanos que defienden a la Cuarta Transformación.
Guillermo Guzmán Cota, delegado presidente del Comité Ejecutivo de Morena en la entidad, calificó de “excesivas” las afirmaciones que hizo Alba Díaz durante la misa dominical del pasado domingo 23 de enero y advirtió que se trata de un abuso del sacerdote católico calificar de “fanáticos” a las y los mexicanos que participan con entusiasmo en la vida pública del país y recordó que el sacerdote está actuando “en los límites de la legalidad”.
Guzmán Cota invita a que Alba Díaz cese su injerencia en los asuntos públicos y que en correspondencia al mandato constitucional que obliga a las autoridades civiles a no intervenir en la vida interna de las asociaciones religiosas, el obispo católico en un acto de humildad y autocrítica también deje de intervenir sesgadamente en la vida pública de Baja California Sur y del país.
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