El coronavirus del tipo SARS-CoV-2 está perdiendo fuerza por diversas razones, es lo que se asegura desde un sector de la ciencia. Incluso se asegura que el fin de la crisis estaría más cerca de lo esperado, al menos en Europa, donde golpeó antes que en Latinoamérica.
"Cuando los expertos aluden a que el coronavirus se puede estar debilitando no se agarran como argumento único a un descenso numérico de los contagios, sino al hecho de que los cuadros clínicos generados en los últimos brotes serían más leves que los registrados en los momentos más intensos de la pandemia", se menciona en una investigación publicada por ABC y elaborada por Sara Lumbreras, Joaquín Fernández-Crehuet Navajas y Luis Oviedo Torró.
Reconocen que no existen pruebas contundentes para afirmar que este coronavirus se esté debilitando pero mencionan cinco factores que podrían incidir en que eso suceda. El aparente debilitamiento podría deberse a uno de ellos o a la conjunción de todos, mencionan.
Estas son las cinco causas que señalan:
1.- Cepas más leves
El SARS-CoV-2 es más fuerte que la gripe pero ha tenido mutaciones, unas que lo vuelven más contagioso, y otras que pueden debilitarlo.
"Debemos recordar que tanto el SARS como el MERS sufrieron mutaciones que los volvieron menos agresivos. Es clave continuar haciendo estudios de secuenciación que puedan confirmar qué evolución está experimentando el virus", advierte el equipo de investigación.
2.- Cambios en el ambiente
La temperatura impactaría en la fuerza del virus e incluso la radiación ultravioleta (una de las fuentes es el Sol). "Pero estas afirmaciones no están respaldadas por la evidencia, sino más bien en comparaciones extraídas del comportamiento de otros coronavirus", se asegura en la publicación.
3.- Afectó primero a los más débiles
Se cree que las personas más vulnerables fueron las primeras afectadas. Al pasar los momentos más difíciles de la pandemia, con gran cantidad de casos, el virus encuentra a pacientes con más resistencia. Mientras, personas con enfermedades riesgosas, tienen mayor cuidado.
En el caso de España, en la investigación se indica: "Si tuviésemos datos sobre la demografía de los últimos brotes, podríamos estudiar si estos están afectando desproporcionadamente a jóvenes o si siguen siendo importantes los brotes en residencias, hospitales o asilos. Es razonable pensar que este sea un factor clave en la gravedad de los rebrotes que estamos experimentando".
4.- Conocemos mejor a la covid
Una de las características de este coronavirus, que lo vuelven tan peligroso, es que era nuevo y desconocido. Meses después de su llegada, la comunidad científica ha identificado tratamientos efectivos para reducir su impacto.
"Por ejemplo, sabemos que en las primeras etapas de la epidemia muchos casos no recibieron atención hospitalaria hasta que la enfermedad ya había progresado a una etapa crítica", se menciona en la publicación.
5.- Distanciamiento es clave
Hemos aprendido que el distanciamiento físico es clave para reducir el riesgo de contagio, sumado al lavado continuo de manos y el uso de mascarilla.
"Es necesaria la investigación para clarificar el posible debilitamiento, pero es aún más urgente la publicación de los datos relacionados con la gravedad de los casos que van emergiendo en la epidemia: no solo necesitamos datos actualizados y localizados de casos y muertes, sino también de hospitalizaciones o ingresos en las áreas de cuidados intensivos. Solo así podremos determinar con claridad nuestro próximo paso en la lucha contra la pandemia", se añade en la investigación.
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